Cálamo, la lavandería insignia de Neiva renueva su imagen
Cuando Clímaco Sánchez abrió la primera lavandería de ropa en Neiva lo hizo con la convicción de ser pionero en ofrecer un servicio profesional para el tratamiento, limpieza y planchado al vapor de prendas. Motivado por esto, junto con la ayuda de Martín Ostos y Esperanza León, quienes ayudaron en la instalación y entrenamiento del nuevo equipo de trabajo, fundó Lavaseco Cálamo.
Tiempo después, la familia Ostos León adquirió por completo la lavandería y así dieron vida al sueño de emprender en 1988. No fue tarea fácil, al principio los únicos trabajadores de la empresa eran ellos dos, por lo que debieron asumir personalmente todas las tareas. Sin embargo, tenían una meta clara y querían apostarle a ese sueño.
A pesar del panorama desafiante, al ser, en ese momento, el segundo lavaseco en la ciudad, publicaron avisos en los diarios y siguieron tras la búsqueda de clientes. Un poco de tiempo y paciencia bastaron para que Lavaseco Cálamo fuera ganando visibilidad y los pedidos de lavado comenzaran a llegar. Después de este recorrido, el reto ha sido mantenerse en el mercado, con una estrategia clave pero sencilla: precios competitivos y servicio de gran calidad. ¿Cómo lo lograron? Crearon un equipo de trabajo conformado por personal altamente capacitado en atención al cliente y en desarrollo de tareas y procesos de lavado industrial y para el hogar. También, especializándose en un nicho propio del mercado opita: el planchado al vapor de prendas de lino y en la conservación de las faldas típicas del sanjuanero.
El de lavandería, es un sector que tiene constantemente desafíos por la llegada de nuevos textiles al mercado, que demandan la constante capacitación para su correcto tratamiento. Así como también, el manejo de prendas de diseñadores, o de alta costura que requieren la atención de profesionales para su conservación. Por esta razón, contar con recursos humanos comprometidos ha sido fundamental para la consolidación de este emprendimiento familiar. Muchas de las personas que actualmente trabajan en Lavaseco Cálamo han sido parte de la empresa desde sus inicios.
La presencia sostenida en el mercado local amenazada por épocas difíciles como la crisis del petróleo que afectó varios sectores de pymes, no ha sido obstáculo para que la empresa se reinvente. Por esta razón, tras 31 años de trabajo constante y dedicado, Lavaseco Cálamo renueva su imagen en el marco de una apuesta por conquistar otras generaciones de clientes y lograr satisfacer las necesidades actuales de la población.
El objetivo de crear una nueva imagen es acercarse a distintos públicos, sobre todo a un segmento de potenciales clientes que prefiere acceder al tipo de servicios que se ofrece desde la comodidad de su casa o de su lugar de trabajo a través de internet. Por esta razón, la renovación incluye el desembarco en redes sociales y una nueva página web.
“Queremos contarle a los neivanos que en estos años hemos fortalecido y ampliado nuestros servicios, así como también optimizado nuestros procesos en las líneas de lavado de hogar e industrial. La tecnología de lavado que implementamos es sostenible, contamos con máquinas de lavado en seco y de agua-vapor que permiten un ahorro del recurso hídrico, trabajamos con detergentes biodegradables amigables con el medio ambiente y que al mismo tiempo protegen las fibras de los textiles dejándolos como nuevos”, expresa el gerente de esta empresa familiar.
A mediano plazo Lavaseco Cálamo busca nuevos mercados en otras ciudades del país. Gracias a la excelente reputación en la calidad del servicio, actualmente cuenta con una sede de lavado industrial en Bogotá y le presta el servicio a los futuros oficiales de la Escuela de Cadetes de Policía General “Francisco de Paula Santander” desde el 2014. No obstante, el corazón del negocio seguirá estando en Neiva, donde la empresa se ha consolidado como una de las mejores opciones de lavado sobre todo en rubros como hotelero e industrial. Asimismo, como opción preferida en temporada de las fiestas de Julio de San Pedro, para el lavado y planchado de trajes típicos.
Mantener precios competitivos, trabajar continuamente en la atención y servicios de calidad con procesos amigables con el medio ambiente, es la promesa de valor que Lavaseco Cálamo quiere mantener en esta nueva etapa. “Nuestro diferencial todo este tiempo ha sido la presencia sostenida en el mercado, el precio y la calidad del servicio. A su vez, querer lo que se hace, ha sido la clave para emprender y continuar dándole a nuestros clientes la posibilidad de entregarle sus prendas y artículos como los quieren ver, impecables y cuidados y esto es posible no solo gracias a la tecnología de lavado que tenemos, sino también al equipo de personas que hace parte de la lavandería y que hoy son protagonistas de esta renovación de imagen”, precisó Ostos.